Carta de
la directora
ejecutiva

Quiero empezar reconociendo lo extraños y duros que fueron estos dos últimos años. Todavía no superamos por completo la disrupción de la COVID-19 en el mundo y los cuidados que tenemos que tener entre nosotros para mantenernos a salvo. Nuestro país sigue negándose a reconocer la supremacía blanca omnipresente que infecta todos los rincones de la sociedad y la violencia que parece no tener fin y que la acompaña. Y la lucha para proteger y preservar la provisión de aborto y la autonomía corporal en los Estados Unidos alcanzó una intensidad que todavía intentamos comprender. Existen muchas razones por las que sentimos desesperación y miedo. Existen muchas razones por las que nos sentimos fuera de sintonía o apagados. Y, sin embargo, a pesar de todo, en el Centro de Salud de la Mujer Feminista (Feminist Women’s Health Center) seguimos con mucha valentía.

La gente me pregunta a menudo qué me da esperanza o qué me hace seguir adelante cuando las cosas parecen tan imposibles. Cuando pienso en lo que se nos pide, recuerdo que Angela Davis dijo: “Hay que actuar como si fuera posible transformar el mundo de forma radical. Y debemos hacerlo siempre”. Recuerdo que somos más poderosos de lo que nos decimos ser. Recuerdo que había quienes soñaban con el tipo de libertad a la que estamos más cerca que nunca. Practico imaginar nuevos mundos y nuevas formas de estar juntos, que se arraigan y se establecen en el amor y la comunidad. Y me esfuerzo todos los días por actuar como si fuera posible transformar el mundo de forma radical. Porque sé que es posible.

Reflexionar sobre el período de 2021 a 2023 puede ser doloroso o desmoralizador, pero sé que también hubo momentos alegres y triunfantes. Luchamos contra las nuevas restricciones al aborto en cuanto a la telesalud en la legislatura estatal; registramos a cientos de personas para votar; pagamos la hipoteca de nuestro edificio; aprobamos una Declaración por la Libertad Reproductiva en el condado de DeKalb; contratamos a un nuevo director médico de bienestar para que nos ayudara a ampliar la atención de afirmación de género; desarrollamos una nueva misión, visión y teoría del cambio; ayudamos a miles de personas a obtener la atención de salud reproductiva que necesitaban para salvar sus vidas.

Hicimos todo eso y más, pero con honestidad, incluso si lo único que hicimos fue sobrevivir, fue motivo suficiente para celebrar. Por lo tanto, es con gran esperanza y gratitud que ofrecemos este informe de impacto: una oportunidad para reflexionar sobre el período de 2021 a 2023, mientras nos adentramos en 2024 con muchos ánimos.

Los dejo con una de mis piezas favoritas de Adrienne Marie Brown, el “Hechizo de gratitud radical”.

eres un milagro que camina
te saludo con asombro
en un mundo que busca adueñarse
de tu alegría y de tu imaginación
has elegido ser libre,
cada día, como práctica.
nunca podré saber
las luchas por las que pasaste para llegar aquí,
pero sé que nadaste contra la corriente
y a veces ha sido solitario

quiero que sepas
que honro las decisiones que tomaste en soledad
y honro el trabajo que has hecho para pertenecer,
honro tu compromiso con eso
y este es más grande que tú mismo
y el viaje
para amar el contenedor particular de la vida que eres tú

eres suficiente
tu trabajo es suficiente,
eres necesario,
tu trabajo es sagrado,
estás aquí
y estoy agradecido por eso